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Mantener el equilibrio del ecosistema es la clave para disminuir la dependencia a los agroquímicos, aquí te explicamos cómo lograrlo.

El ecosistema es un conjunto de organismos vivos que comparten un mismo hábitat. Así, organismos y hábitat interactúan para mantener el flujo de energía y nutrientes en equilibrio, lo que asegura la subsistencia del ecosistema. 

Cuando este proceso es intervenido, aparecen plagas y enfermedades, situación que perjudica el rendimiento de la producción y para combatirlas se utilizan químicos, que afectan las defensas naturales y la vida del suelo entrando en un circulo nocivo, caro y difícil de salir.

Por tanto,  el esfuerzo se debe concentrar en recuperar biológicamente estos ecosistemas. Los organismos que lo componen se clasifican en productores, consumidores y descomponedores, estos últimos son  microorganismos como bacterias y hongos que cierran el ciclo de la materia orgánica, reciclando todos los residuos producidos en el ecosistema y convirtiéndolos en alimento para que los productores elaboren materia orgánica que alimentará a los consumidores y así sucesivamente. 

Entonces ¿por qué, cuándo y cómo aplicar microorganismos benéficos?

Por qué

Porque optimiza el cultivo y mejora la rentabilidad de la producción. 

Debemos practicar una agricultura más sostenible y con menos dependencia de los agroquímicos, para recuperar la fertilidad física, química y biológica del suelo

Como alternativa al momento actual de crisis de fertilizantes se pueden  incorporar enmiendas orgánicas en estados frescos, semicompostados y compostados que pueden reemplazar hasta un 60% de los fertilizantes químicos sin alterar el Ph ni la conductividad eléctrica del suelo y entregando Nitrógeno de forma  más controlada. 

Para el manejo sanitario y de disponibilidad de nutrientes de estas enmiendas orgánicas, debemos realizar una corrección biológica con la incorporación productos a base de microorganismos solubilizadores de nutrientes, fijadores de nitrógeno y que mantengan la sanidad.

Cuándo

Los microorganismos benéficos se pueden incorporar en cualquier época, en preparación de suelo,  remojando semillas, en plantación y durante el periodo de producción. 

Es recomendable inocular con microorganismos al momento de aplicar las enmiendas orgánicas, esto es en cultivos anuales, 15 días antes de la plantación y en cultivos permanentes, por lo general en otoño o invierno.

Encuentra más información aquí. 

Cómo

El protocolo consta de tres actividades fundamentalmente: 

  • Preparación de terreno o labores de postcosecha
  • Plantación
  • Ciclo de producción y/o mantención en cultivos permanentes

Revisa en qué consiste cada etapa del protocolo de aplicación en cultivos aquí.