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Te compartimos los resultados del caso analizado durante el «Seminario Internacional Tecnología EM™: Agropecuaria Regenerativa», donde abordamos cómo la tecnología se abre espacio en los jardines de Guatemala. En san Juan Sacatépequez, la familia Tuquer es una de las tantas que han confiado en los probióticos para tener más y mejores flores. 

Artículo original por Fátima Najarro para prensalibre.cl 

El Seminario Internacional Tecnología EM™: Agropecuaria Regenerativa se llevó a cabo del 23 al 25 de octubre de 2024 en el auditorio de la Escuela Nacional Central de Agricultura, Guatemala. Durante el evento, se abordaron temas sobre el uso de biotecnología EM™ en la agropecuaria regenerativa. Expertos de América y Japón compartieron conocimientos sobre microbiología, horticultura, caficultura, manejo de ecosistemas y experiencias exitosas en diversos cultivos, destacando su impacto sostenible y económico. En ese contexto, analizamos los resultados exitosos de la aplicación de probióticos en floricultura. 

En el corazón de San Juan Sacatepé de Sacatepéquez, la familia Tuquer representa un ejemplo de tradición e innovación. Sus invernaderos, ubicados en la aldea Loma Alta, son parte de los jardines de Guatemala, donde la floricultura no solo embellece el paisaje, sino también sostiene la economía local. En esta región, 80% de las actividades económicas giran en torno al cultivo, cosecha y comercialización de flores.

Un camino hacia la modernidad

Llegar a Loma Alta no es tarea sencilla. Tras un viaje de 90 minutos desde la capital, el asfalto da paso a terracería, y los caminos se vuelven más estrechos. Pero entre árboles y montañas, los invernaderos destacan como espejos de agua, reflejando el arduo trabajo de generaciones dedicadas a la floricultura.

Lo que hace medio siglo era una labor puramente artesanal, ahora integra tecnología de punta. La familia Tuquer, como otras en la zona, ha apostado por el uso de probióticos para mejorar la calidad del suelo y, con ello, las cosechas. Este método no solo incrementa la producción, sino que garantiza flores más coloridas, resistentes y libres de fungicidas, capaces de durar hasta 20 días resplandecientes, una ventaja crucial para su transporte y comercialización.

Tradición y progreso

La floricultura es una herencia que pasa de generación en generación entre las familias kaqchikeles de la región. Desde pequeños, los miembros de la familia Tuquer aprenden el oficio, asegurando que esta tradición se mantenga viva mientras se adapta a las exigencias del mercado global.

En 2023, las exportaciones de flores y follajes generaron USD 61.4 millones, según datos del Banco de Guatemala. Este crecimiento refleja el esfuerzo de comunidades como Loma Alta por innovar y posicionar sus productos en mercados internacionales.

La familia Tuquer, con sus invernaderos y técnicas modernizadas, es un símbolo del equilibrio entre tradición y tecnología. En sus manos, las flores no solo florecen, sino que cuentan historias de esfuerzo, innovación y esperanza para las futuras generaciones.

La tecnología impulsa la floricultura en San Juan Sacatepéquez

La familia Tuquer, reconocida por su dedicación a la floricultura en Loma Alta, ha adoptado nuevas técnicas que están transformando la producción de flores en Guatemala. Estas innovaciones incluyen el uso de microorganismos eficaces, conocidos como EM-1, que mejoran el suelo, aumentan la productividad y reducen el impacto ambiental.

Un enfoque innovador

El EM-1 es un inoculante biológico compuesto por levaduras, bacterias fotosintéticas y bacterias de ácido láctico. Este preparado se diluye en agua y se aplica en el terreno, promoviendo el crecimiento saludable de las plantas.

Según Héctor Tuquer, el uso de este método ha permitido reducir las plagas, disminuir los olores del fertilizante y aumentar la vida útil de las flores, que ahora pueden durar hasta 20 días después del corte.

Resultados visibles

Durante una jornada de tres días, los trabajadores de los invernaderos de la familia Tuquer cortaron flores como crisantemos en su punto óptimo, garantizando su frescura para la comercialización en mercados locales e internacionales. Estas técnicas han permitido reducir el tiempo de espera para nuevas siembras de 90 a 60 días y mejorar la calidad de las flores, generando un impacto positivo tanto en la producción como en los ingresos de la familia.

Un cambio generacional

La tradición floricultora de los Tuquer ha pasado de generación en generación, con los jóvenes aprendiendo desde temprana edad a aplicar estas técnicas innovadoras.

Este cambio ha incrementado los ingresos de las familias de Loma Alta, donde más del 80% de los habitantes dependen de la floricultura como principal actividad económica.

Impacto económico y social

En palabras de Nineth Flores, miembro del consejo de desarrollo local, las capacitaciones en nuevas tecnologías han mejorado los ingresos de las familias. Aunque este año no se recibieron capacitaciones del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), los agricultores han seguido adaptándose gracias al apoyo de empresas locales que ofrecen asesorías constantes.

La combinación de tradición e innovación ha llevado a que los cultivos de flores sean más rentables y sostenibles, posicionando a San Juan Sacatepéquez como uno de los principales jardines de Guatemala y un referente en floricultura moderna.