A través de su efecto probiótico, mejora la digestibilidad de nutrientes, refuerza el sistema inmunológico de los animales y reduce el uso de antibióticos. Su aplicación es clave en ganadería, avicultura y acuicultura, contribuyendo a la salud de los animales y a todo el sistema productivo.
¿Qué es el EM•1® Aditivo Probiótico?
El EM•1® Aditivo Probiótico es un producto natural compuesto por microorganismos beneficiosos como levaduras y bacterias ácido-lácticas. Estos microorganismos trabajan en conjunto para descomponer materia orgánica mediante un proceso de fermentación antioxidante. El resultado es un entorno más saludable que favorece la producción animal sostenible.
Principios de acción
- Equilibrio Microbiano: El producto actúa por competencia con microorganismos nocivos, previniendo enfermedades y malos olores.
- Producción de Sustancias Bioactivas como enzimas, vitaminas y ácidos orgánicos que mejoran la salud de los animales.
- Efecto Probiótico: Mantiene el equilibrio del microbioma animal, reforzando el sistema inmunológico y reduciendo la necesidad de antibióticos.
Objetivos de uso
El EM•1® Aditivo Probiótico busca recuperación y balance microbiano:
- Restablece la flora intestinal, sobre todo después del uso de antibióticos.
- Mejora la calidad del agua y el alimento.
- Refuerza el sistema inmune.
- Incrementa la digestibilidad y asimilación de nutrientes.
- Ganancia de peso.
- Disminución den bacterias nocivas que producen mastitis y diarreas.
- Reduce el uso de antibióticos.
- Mejora la producción en calidad y cantidad (carne, leche, huevos, etc).
Áreas de aplicación
El producto puede usarse en el agua, en la ración diaria, en ensilaje, etc.
Áreas de producción
- Ganadería
- Lechería
- Avicultura
- Porcicultura
- Acuicultura
- Apicultura
- Mascotas, entre otros.
Sustentabilidad y reducción de antibióticos
Uno de los mayores beneficios del EM•1® Aditivo Probiótico es su capacidad para reducir el uso de antibióticos en la producción animal. Al fortalecer el sistema inmunológico de los animales y prevenir enfermedades, contribuyendo a una producción más saludable y sustentable.
Además, al mejorar la calidad del agua y del entorno de producción, ayuda a mantener un ecosistema equilibrado que favorece el bienestar animal y reduce el impacto ambiental negativo de la actividad ganadera.
