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Te mostramos cómo usar estratégicamente consorcios microbianos. Optimiza la salud vegetal, mejora la calidad de los frutos y transforma la rizosfera para un crecimiento óptimo.

En la búsqueda continua de métodos sostenibles para mejorar la producción agrícola, los consorcios microbianos emergen como una solución innovadora y efectiva. Estas asociaciones naturales de microorganismos están revolucionando la forma en que comprendemos y optimizamos la salud de las plantas.

La implementación estratégica de estos consorcios genera un impacto considerable en la producción, calidad y longevidad de los frutos, logrando así la transformación de la rizosfera en un entorno altamente propicio para el crecimiento vegetal.

¿Qué beneficios tiene esta práctica para los cultivos?

  • Aumento de la producción: Los cultivos experimentan mejoras sustanciales en su rendimiento.
  • Mayor calidad: Se registran mayores grados Brix y óptimos niveles de clorofila.
  • Nutrientes concentrados: Las hojas se enriquecen con nutrientes esenciales.
  • Fortalecimiento del suelo: Se potencia la biomasa microbiana, beneficiando la fisiología y fenología de las plantas.
Tecnologia EM

Cultivo de tomates tratado con consorcio de microorganismos eficaces. Revisa los resultados en al recuperación del suelo: microorganismos probióticos para recuperar el suelo.

Una de las claves reside en la utilización de biostimulantes, los cuales no solo mejoran la disponibilidad de nutrientes en el suelo, sino que también promueven la formación de un microbioma estable. Esta comunidad microbiana fortalece la resistencia de los cultivos frente a desafíos bióticos y abióticos, creando un entorno propicio para el crecimiento saludable de las plantas.

La sinergia entre diferentes tipos de microorganismos benéficos, como las bacterias promotoras del desarrollo vegetativo (BPDV) y otros grupos, es un aspecto fundamental. Al combinarlos en consorcios microbianos específicos, se potencian sus efectos beneficiosos.

De acuerdo a la investigación realizada por institutos especializados en biología, agricultura y tecnología de México y Canadá,  «Plant Growth Stimulation by Microbial Consortia« (Estimulación del crecimiento vegetal mediante consorcios microbianos), se han identificado 3 tipos clave de consorcios microbianos, con distintas ventajas para la salud de las plantas:

  1. BPDV simbiótica + BPDV de vida libre: Se refiere a la combinación de dos tipos de bacterias promotoras del desarrollo vegetativo (BPDV). Una de estas bacterias, la simbiótica, establece una relación de beneficio mutuo con la planta (simbiosis), mientras que la de vida libre existe independientemente en el suelo.
  2. Micorriza vesículo-arbuscular (MVA) + BPDV de vida libre: Aquí, se menciona la unión entre un tipo específico de hongo micorrízico llamado micorriza vesículo-arbuscular y las bacterias promotoras del desarrollo vegetativo que existen libremente en el suelo.
  3. Trichoderma + BPDV: Esta combinación se compone de Trichoderma, un género de hongos que benefician la planta, junto con bacterias promotoras del desarrollo vegetativo.
  • La relación entre los microorganismos asociados a las plantas y la producción agrícola es crucial.
  • Cada vez es más evidente que cuando está involucrado un consorcio microbiano (dos o más microorganismos que interactúan), se pueden esperar resultados aditivos o sinérgicos.
  • Esto ocurre, en parte, porque múltiples especies pueden realizar diversas tareas en un ecosistema como la rizosfera.

La utilización de consorcios microbianos en la producción agrícola tiene múltiples ventajas: 

  • Estimulan el crecimiento de la planta.
  • Facilitan la asimilación de nutrientes.
  • Desarrollan un sistema radicular robusto.
  • Mejoran la tolerancia al estrés.
  • Activan mecanismos de defensa y biocontrol.
  • Modulan el nivel de fitohormonas.

«Consorcios microbianos. Microorganismos de la rizósfera como las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPB), hongos micorrícicos arbusculares (AMF) y hongos del género Trichoderma spp. pueden establecer interacciones beneficiosas con las plantas, promoviendo su crecimiento y desarrollo, fortaleciendo el sistema de defensa contra patógenos, facilitando la absorción de nutrientes y aumentando la tolerancia a diferentes estrés ambientales. Estos microorganismos de la rizósfera pueden influirse mutuamente, y los consorcios resultantes de PGPB + PGPB (por ejemplo, una bacteria fijadora de nitrógeno como Rhizobium spp. y Pseudomonas fluorescens), AMF + PGPB y Trichoderma + PGPB pueden tener efectos sinérgicos en el crecimiento y adaptación de las plantas, brindándoles beneficios mejorados para superar el estrés biótico y abiótico. Las flechas discontinuas indican interacciones beneficiosas entre AMF y Trichoderma.»

Valor estratégico de los consorcios microbianos

La inclusión de consorcios microbianos en los planes de manejo agrobiológico puede ser clave para la regeneración de los suelos.

La utilización de diferentes tipos de microorganismos en consorcios microbianos ha sido observada como una estrategia más efectiva que la utilización de microorganismos individuales.

Estos consorcios se han revelado como una herramienta valiosa para facilitar el crecimiento de las plantas y ofrecer resultados más consistentes en los campos agrícolas.