El éxito para tener una producción sostenible es tener un suelo vivo y sano. La degradación de los suelos unido al cambio climático hace urgente preocuparse por realizar acciones que recuperen nuestro principal recurso a la hora de producir: el suelo.
Un suelo vivo y fértil:
Entrega de manera constante los nutrientes requeridos, disminuyendo la cantidad fertilizantes aplicados.
- Mantiene un equilibro biológico natural con mínima aplicación de productos de control de pestes y enfermedades.
- Promueve la formación de agregados para la tener una buena estructura y retención de agua.
- Produce alimentos de calidad y abundantes con menos mano de obra y menos costos de producción.
Para recuperar la vida del suelo se debe aplicar:
- Microorganismos indispensables para cerrar los ciclos biogeoquímicos del suelo y realizar la transferencia de nutrientes.
- Materia orgánica de manera permanente como sustento de los microorganismos.
La Tecnología EM™ de origen japonés, es la selección de microorganismos benéficos obtenidos de la naturaleza. No son patógenos, ni están genéticamente modificados, ni químicamente sintetizados, son ampliamente utilizados en alimentación humana, clasificados por la OMS en el nivel de bioseguridad 1, siendo totalmente seguros para el hombre, los animales y el medio ambiente.
Estos microorganismos mediante un proceso de fermentación aceleran la ruptura de compuestos como proteínas, azúcares, grasas y fibras, promoviendo la rápida descomposición de la materia orgánica.
EM™ tiene dos modos de acción:
- Producción de sustancias benéficas: enzimas, ácidos orgánicos, vitaminas, aminoácidos, hormonas, y antioxidantes (esenciales para la supervivencia de todo ser vivo del planeta).

2. Balance de microorganismos: ejercer competencia por espacio y alimento con microorganismos nocivos.

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