Uso de Tecnología EM™ para mejorar la fertilidad del suelo, la incidencia de enfermedades y plagas. Reduciendo costos y aumentando la calidad de la producción.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el tomate es la hortaliza más cultivada en el mundo y la principal de la canasta en Chile.
Pese al favoritismo, la oferta de tomates sigue siendo menor a la demanda y esto se debe principalmente a los costos de producción donde cerca del 40% del presupuesto, destinado a insumos, se utiliza para solucionar problemas como nemátodos y hongos. Este era el caso de la Agrícola Quebrada del Ají en Quillota y de Eduardo Atala, agricultor de la zona de Pichidegua.
“Nuestro principal dolor de cabeza ha sido en nemátodo, fusarium y phytophthora” cuenta Rubén Marcos Borques, técnico agrícola de Quebrada del Ají,”, mientras que Atala, su principal dificultad es el cancro bacteriano. “Durante 13 años hemos tenido cancro bacteriano y he trabajado con muchos productos: fumigantes de suelo, antibióticos, pero hemos perdido hasta el 50% del cultivo”, cuenta.
Importancia de la recuperación y equilibrio microbiológico de suelos
Según la evidencia, prácticas como el uso de agroquímicos altamente concentrados y malas prácticas agrícolas provocan desequilibrio en los ecosistemas afectando negativamente la calidad de los cultivos y la aparición de enfermedades y plagas.
Es importante considerar que, para recuperar y mantener la fertilidad del suelo, no solo hay que preocuparse por sus características físicas y químicas. Igual de importante es su biología compuesta por macro y microorganismos encargados de la descomposición de materia orgánica, la solubilidad y disponibilidad de nutrientes.
Por eso, ambos agricultores decidieron probar Tecnología EM™, que combinando microorganismos eficaces junto a la materia orgánica, segrega sustancias beneficiosas como vitaminas, hormonas, enzimas y antioxidantes, lo que mejora la productividad, calidad, tamaño, peso y salud de las plantas, generando condiciones desfavorables para el desarrollo de patógenos como nemátodos y enfermedades provocadas por hongos.
Aplicación de EM-1® en cultivo de tomates
Para ayudar a los agricultores, el equipo de Biopunto se trasladó a terreno y determinaron:
- Mejorar el suelo aumentando las poblaciones de microorganismos benéficos.
- Mejorar la parte radicular y vegetativa de la planta.
- Nutrición y el aumento de la resistencia de la planta a las enfermedades.
Así se logrará obtener una producción alta en calidad y cantidad, reducir los costos y disminuir el uso de agroquímicos.
Procedimiento
El protocolo de aplicación de EM-1® se resume en 3 pasos, revísalo aquí.
¡Revisa la guía de aplicación EM-1® en cultivos!
Resultados
Con el objetivo de comprobar mejorías y hacer seguimiento, se aplicó EM-1® en una parte de los cultivos, así una mitad recibió aplicaciones de EM•1®, mientras que la otra operó recibió tratamiento con nematicidas tradicionales. Un mes después de la plantación, los tomates recibieron una aplicación de choque, práctica que se extendió durante todo el ciclo de producción.
La diferencia entre ambas zonas se mantuvo en las semanas siguientes e incluso se incrementó en la medida que las plantas entraron en producción:
- Las plantas con EM•1® alcanzaron un buen diámetro de tallo y desarrollaron hojas fuertes, de color vede intenso; las pertenecientes al área testigo, desarrollaron hojas pequeñas y amarillentas.
- La fruta con EM•1® tuvo buen diámetro, buen aspecto en color y condición, superior al testigo.
“Las raíces de las plantas del área testigo estaban completamente infestadas por nemátodos. Las del área tratada, en cambio, estaban limpias y blancas, se veían muy bonitas y sanas”, asegura Rubén Marcos Bórquez.
Revisa los detalles del caso de Eduardo Atala y Rubén Marcos Bórquez. Encuentras más experiencias y aplicaciones de la Tecnología EM™, aquí ¡únete al futuro sostenible!